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Seminario

SEMINARIO MAYOR CRISTO SACERDOTEDiócesis de Ambato

Discípulos y Misioneros de Jesucristo
Para que nuestros pueblos en Él tengan vida
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 16,4)

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Seminario Mayor Cristo Sacerdote


El Seminario Mayor constituye una comunidad humana, eclesial, diocesana, educativa, a la que el Obispo, según las normas de la Iglesia, confía la tarea de formar a los futuros sacerdotes diocesanos.

Como comunidad humana: los formadores y seminaristas comparten un proyecto de vida en común y participan, cada uno según su función y responsabilidad, en el mismo proceso formativo. La convivencia y la amistad entre los distintos miembros del Seminario tienen como horizonte, la educación de personas llamadas a formar “una comunidad familiar que vive con gozo la presencia, la palabra y el amor de Cristo Resucitado”.

Como comunidad eclesial: El Seminario es básicamente comunidad de discípulos del Señor que, a partir de la profesión de una misma fe, celebrando una misma Liturgia y en la experiencia fraternal de un mismo amor, vive el Misterio de Cristo y es, en medio del mundo, signo e instrumento de salvación.

La vida de sus miembros está llamada a ser, al estilo de los discípulos de Jesús, una comunidad de creyentes que, vinculados al Señor, y participando de su vida, quieren vivir con radicalidad el espíritu del Evangelio. En este mismo espíritu están llamados a actuar quienes allí trabajan al servicio del Seminario.

El Seminario vive abierto, solidaria y servicialmente, a la Iglesia y al mundo de hoy estando muy atento a sus necesidades. Como comunidad eclesial diocesana, el Seminario vive en comunión con su Obispo y el Presbiterio, conoce de cerca sus preocupaciones pastorales y está inserto en la vida de la Diócesis participando de sus esperanzas e inquietudes y prestando, dentro de sus posibilidades, aquellos servicios que el Seminario puede ofrecer a la comunidad diocesana.



Que el Seminario Mayor “Cristo Sacerdote” de la Diócesis de Ambato forme a los candidatos al sacerdocio, a la luz de la Palabra de Dios, de la Tradición de la Iglesia y del Magisterio de la Iglesia, de manera especial el Documento de Aparecida, para que quienes al dar respuesta al llamado del Señor, sean hombres y sacerdotes configurados con Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, Buen Pastor.

PRESBÍTEROS-DISCÍPULOS

Que tengan una profunda experiencia de Dios, configurados con el corazón del Buen Pastor, dóciles a las mociones del Espíritu, que se nutran de la Palabra de Dios, de la Eucaristía y de la Oración.

PRESBÍTEROS-MISIONEROS

Movidos por la caridad pastoral, que los lleve a cuidar del rebaño a ellos confiados y a buscar a los más alejados, predicando la Palabra de Dios, siempre en profunda comunión con su Obispo, los presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas y laicos.


PRESBÍTEROS-SERVIDORES DE LA VIDA

Que estén atentos a las necesidades de los más pobres, comprometidos en la defensa de los derechos de los más débiles y promotores de la cultura de la solidaridad.

PRESBÍTEROS LLENOS DE MISERICORDIA

Disponibles para administrar el sacramento de la reconciliación.



PRESBÍTEROS-DISCÍPULOS

PRIMER AÑO:

  • Hombres con una profunda Experiencia de Dios
    (I Semestre)
  • Hombres configurados con el corazón del Buen Pastor
    (II Semestre)

SEGUNDO AÑO:

  • Hombres dóciles a las mociones del Espíritu Santo
    (I Semestre)
  • Hombres nutridos de la Palabra de Dios, Eucaristía y Oración
    (II Semestre)


PRESBÍTEROS-MISIONEROS

TERCER AÑO:

  • Hombres movidos por la caridad pastoral
    (I Semestre)
  • Hombres dispuestos a cuidar del rebaño confiado
    (II Semestre)

CUARTO AÑO:

  • Hombres buscadores de los Alejados
    (I Semestre)
  • Hombres predicadores de la Palabra de Dios
    (II Semestre)

QUINTO AÑO:

  • Hombres en comunión con su Obispo, Presbiterio, Diáconos, Religiosos, Religiosas y Laicos
    (I Semestre)
  • Hombres atentos a las necesidades de los más Pobres
    (II Semestre)


PRESBÍTEROS SERVIDORES DE LA VIDA

SEXTO AÑO:

  • Promotores y defensores de los derechos de los más Débiles
    (I Semestre)
  • Promotores de la Cultura de la Solidaridad
    (II Semestre)


PRESBITEROS LLENOS DE MISERICORDIA

SÉPTIMO AÑO:

  • Hombres llenos de Misericordia
    (I Semestre)
  • Hombres disponibles para administrar el sacramento de la reconciliación
    (II Semestre)



ETAPA INTRODUCTORIA

(PROPEDEÚTICO)

El objetivo del Curso Introductorio será lograr una formación espiritual centrada en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, profundizar en el discernimiento vocacional una vivencia comunitaria, iniciarse en la experiencia pastoral y adquirir una visión global de los objetivos y contenidos de toda formación sacerdotal.


ETAPA TEOLÓGICA

Los años de la etapa teológica tienen el objetivo específico de que los seminaristas se configuren a Cristo Buen Pastor, asumiendo sus criterios, actitudes y estilo de vida, que los harán aptos para ejercer en la Iglesia el ministerio sacerdotal. Para ello, se les enseñará a adquirir una profunda actitud de oración, caridad e iniciativa pastoral; sensibilidad y amor a la Iglesia; sentido de comunión con el Papa, el Obispo y el presbiterio; conciencia de las exigencias del ministerio; disposición de servicio y aprecio a una vida austera; en la educación de la obediencia, en la opción libre, responsable y consciente del celibato por el Reino y meditación asidua de la Palabra de Dios. En esta etapa se considera: la admisión como candidatos a las Ordenes Sagradas, la institución en los ministerios de lector y acólito, para después recibir el diaconado y presbiterado.


ETAPA TEOLÓGICA

Los años de la etapa teológica tienen el objetivo específico de que los seminaristas se configuren a Cristo Buen Pastor, asumiendo sus criterios, actitudes y estilo de vida, que los harán aptos para ejercer en la Iglesia el ministerio sacerdotal. Para ello, se les enseñará a adquirir una profunda actitud de oración, caridad e iniciativa pastoral; sensibilidad y amor a la Iglesia; sentido de comunión con el Papa, el Obispo y el presbiterio; conciencia de las exigencias del ministerio; disposición de servicio y aprecio a una vida austera; en la educación de la obediencia, en la opción libre, responsable y consciente del celibato por el Reino y meditación asidua de la Palabra de Dios. En esta etapa se considera: la admisión como candidatos a las Ordenes Sagradas, la institución en los ministerios de lector y acólito, para después recibir el diaconado y presbiterado.



DIMENSIÓN HUMANO COMUNITARIA

Sin una adecuada formación humana, toda formación sacerdotal estaría privada de su fundamento necesario. El presbítero, llamado a ser discípulo de Jesucristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia, debe procurar reflejar en sí mismo aquella perfección humana que brilla en el Hijo de Dios hecho hombre. Por lo tanto, la finalidad de esta dimensión de formación se inclina más por hacer del seminaristas un hombre responsable y capaz de obrar libremente y que sepa tomar sus decisiones ponderadas a través del ejercicio de estas virtudes: sinceridad, libertad (exige que la persona sea dueña de sí misma y que esté abierta a los demás), afán de justicia, sentido de austeridad, iniciativa, colaboración, madurez afectiva (tiende a la comprensión y realización del amor verdadero y responsable) , sano juicio, etc. Que todo su actuar siempre sea por motivos espirituales y dando importancia a la vida de comunidad ya que el sacerdote es llamado a vivir y servir en comunión con los demás. (PDV 43-44; 0T 11)


DIMENSIÓN ESPIRITUAL

La formación Espiritual ha de estar en conexión con la Intelectual y la Pastoral y ha de darse sobre todo, con la ayuda del director espiritual, de manera que los seminaristas aprendan a vivir en trato familiar y constante con el Padre por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo. Y fomentar en los candidatos al sacerdocio un gran amor a la Iglesia y a los hermanos, configurándose a Cristo Sacerdote por la sagrada ordenación, habituarse a unirse a Él, como amigos, con el Sacerdocio íntimo de toda su vida. El seminarista debe aprender a vivir según el estilo del Evangelio, a tener como fundamento: la fe, la esperanza y el amor, de tal modo que su práctica adquiera el espíritu de Oración (PDV 45-50;OT8-12)


DIMENSIÓN INTELECTUAL

La formación intelectual se relaciona profundamente con la formación Humana y Espiritual constituyendo un elemento necesario; es como una exigencia insustituible de la inteligencia con la que el hombre, participando de la luz de la inteligencia, trata de conseguir una sabiduría que se abre y avanza al conocimiento de Dios y a su adhesión. Todo cristiano debe estar dispuesto a defender la Fe y a dar razón de la esperanza que vive (1Pe 3,15), por eso la dimensión académica es una exigencia insustituible en la formación. Hoy más que nunca es indispensable buscar un conocimiento más profundo de los misterios divinos que haga a los futuros sacerdotes capaces de anunciar el Evangelio y hacerlo creíble frente a las legítimas exigencias de la razón humana. La filosofía lleva al candidato a una veneración amorosa de la verdad, al justo conocimiento e interpretación de Dios, del hombre y del mundo. La teología, lleva al seminarista a poseer una visión completa y unitaria de las verdades reveladas por Dios en Jesucristo y de la experiencia de fe en la Iglesia (PDV 51-56).


DIMENSIÓN PASTORAL

La formación de los seminaristas, candidatos al sacerdocio está orientada a prepararlos de una manera específica para comunicar la caridad de Cristo, Buen Pastor, teniendo una base doctrinal en el Misterio de la Palabra; la formación pastoral deberá vivir a profundidad los diferentes aspectos eclesiales en el ejercicio del ministerio; la conciencia de la Iglesia como comunión, apurará al candidato al sacerdocio a realizar una pastoral comunitaria. Es importante preparar a los futuros sacerdotes para servir en colaboración con los laicos. La conciencia de la Iglesia como comunión “misionera” ayudará al candidato al sacerdocio a amar y vivir la dimensión misionera esencial de la Iglesia y de las diversas actividades pastorales; que el candidato aprenda a ejercer el arte del apostolado no sólo teórica sino también prácticamente y que sean capaces de trabajar por propia iniciativa y en colaboración con los demás; por eso, han de iniciarse en la actividad pastoral por medio de las prácticas adecuadas, tanto durante el curso como en las vacaciones (PDV 57- 59; OT 19-20).



CURSO INTRODUCTORIO

(PROPEDÉUTICO)

  1. Introducción
  2. La Sagrada Escritura
    1. La Palabra de Dios en su corazón
    2. La Figura de Cristo en el Antiguo Testamento
    3. La revelación de Cristo en los Evangelios
  3. El Símbolo de la fe
    1. Creo en el Hijo de Dios
    2. Creo en Dios Padre
    3. Creo en el Espíritu Santo y en la Iglesia
  4. La Moral Cristiana
    1. El contexto moral y la formación de la conciencia
    2. El desarrollo de la Conciencia
    3. Vida Moral y relaciones humanas
  5. El autoconocimiento
    1. Conocimiento de sí y penitencia
    2. El yo integral
    3. Una visión de sí mismo
  6. Discernimiento
    1. Criterios y método de discernimiento
    2. La confirmación y el proyecto personal
    3. Cierre del curso introductorio


FILOSOFÍA

  1. La actitud de “permanecer atento”
    1. La actitud de “atender a”
    2. Jesucristo, el hombre libre
    3. La auto trascendencia en el amor
    4. Jesús, el hombre para los demás
    5. Jesús, fiel a la voluntad del Padre
    6. María en la vida discipular
  2. La actitud de “liberarse de”
    1. Ejercicio metodológico «liberarse de»
    2. La madurez y sus raíces sociales
    3. La vida de Familia y la madurez
    4. La sexualidad y la formación
    5. El concepto de “dialéctica de base”
    6. El servicio como actitud fundamental
  3. La actitud de liberarse para tomar una decisión
    1. Ejercicio metodológico “liberarse para”
    2. La libertad ordenada
    3. La fase subliminal
    4. El proceso de la etapa filosófica
    5. Un continuo trabajo
    6. El paso metodológico “decisión-acción”
    7. Cierre de la etapa filosófica


TEOLOGÍA

  1. Primero de Teología: las virtudes teologales
    1. Presentación de la etapa teológica
    2. La configuración con Cristo Pastor
    3. Jesús, un hombre de fe
    4. La oración contemplativa y el discernimiento vocacional
    5. Jesús, un hombre de esperanza
    6. El estudio de la teología y la vida espiritual
    7. Contemplación de la caridad de Jesús
    8. Síntesis del itinerario y preparación de las vacaciones
  2. Segundo de Teología: Los consejos evangélicos
    1. Presentación del segundo año de teología
    2. La imagen del Pastor en el Nuevo Testamento
    3. Los consejos evangélicos
    4. La pobreza sacerdotal
    5. La obediencia en la vida sacerdotal
    6. El celibato sacerdotal
    7. El proyecto de vida sacerdotal
    8. Síntesis del itinerario y preparación de las vacaciones
  3. Tercero de Teología: Caridad Pastoral y Prioridades Presbiterales
    1. Presentación del tercer año de teología
    2. El concepto de caridad pastoral
    3. La comunión jerárquica
    4. La fraternidad sacerdotal
    5. La fraternidad apostólica
    6. La atención a los pobres y a los enfermos
    7. La prioridad de la familia y de los jóvenes
    8. El cuidado de las personas consagradas
  4. Cuarto de Teología: Las actitudes del Presbítero
    1. Presentación del cuarto año de teología
    2. El humilde servicio
    3. El respeto y la cortesía
    4. El silencio, la escucha y el consuelo
    5. Liberalidad y magnanimidad
    6. Libertad y transparencia
    7. Disponibilidad y corresponsabilidad
    8. Cierre de la etapa teológica



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